domingo, 28 de julio de 2019

Por fin algo de alegría


Con un poco de retraso y casi acercándose el comienzo de la temporada 19-20, aquí voy con mi pequeño resumen de lo que ha sido el año futbolero 2018-2019 para la UD. Almería desde la segunda vuelta. Hay que recordar que el equipo estaba 10º con 25 puntos.

Sin muchos agobios y con toda la segunda vuelta por delante, había tiempo para soñar. A pesar del inicio titubeante, se consiguieron cuatro victorias consecutivas (una de ellas virtual, la del Reus) lo que permitió al club situarse en 8º posición con 43 puntos y la situación mas cercana de poder meternos en playoffs.

Todo era tan bonito y resultó ser un espejismo porque llegaron las derrotas y una serie de empates que nos alejaban mas de arriba, aunque nos acercaban al objetivo inicial del año que era la permanencia. Con la prueba superada de los 50 puntos, se dejaron llevar a pesar de que hubieran remotas posibilidades pero con una plantilla tan corta y todo lo solucionado antes de tiempo para que se iba a arriesgar. Si tuviera que hacer un símil podría ser como el año de Paco Flores, donde estuvimos ahí pero al final echamos el freno. No pudo ser y terminó todo en 10ª posición y 60 puntos.

En cuanto a la plantilla, se podría sacar un once ideal que casi conocimos de carrerilla durante toda la temporada y era el compuesto por René (Fernando Martínez solo actuó en los últimos partidos con todo decidido); José Antonio Romera e Iván Martos en los laterales (aunque Andoni López hizo casi toda la primera vuelta); como centrales, Juan Ibiza y Esteban Saveljich (y Owona cuando alguno caía lesionado o por sanción); en la media para sostener al equipo, César de la Hoz y Eteki (con David Rocha de repuesto para cubrir sanciones); por los extremos siendo los estiletes del ataque, José Corpas y Luis Rioja (de lo mas destacado sin duda); dirigiendo el cotarro, Juan Carlos Real, el mejor del equipo durante todo el año, menudo recital del gallego; y en punta, Álvaro Giménez, que no generaba mucha confianza al inicio pero acabó siendo el pichichi de la Segunda División con 20 goles. Como los 12º hombres de la plantilla y siendo mas revulsivos como suplentes que como titulares tenemos a Narváez y Chema.

Del resto de la plantilla se puede resumir en: Sekou (aparición fulgurante y cesión sorprendente); Aguza y Caballero (eternos suplentes, no desentonaban cuando salían pero jugaban poco); Arzura y Trujillo (de titulares al inicio a la nada); Demirovic (suplente muy verde); Adri Montoro y los canteranos (Lin, Abenza, Sergio Pérez y Callejón) como los Coperos; y los lesionados (Fran Rodríguez, Nano y Gaspar).

En la parcela directiva, lo bueno de este año finalizado es que parece que se le ha dejado trabajar a los técnicos en cada una de sus zonas, con menos intromisión, mejores resultados. Si el año pasado criticábamos el bagaje de Corona, este año lo ha superado con creces trayendo a las dos figuras mas importantes de Segunda (JC. Real y A. Giménez), además de explotar a otros como L. Rioja (traspasado al Alavés para la 19-20). Como decía al principio, si se traen jugadores con hambre es más fácil crecer porque podrán faltarle algunas cuestiones técnicas pero el hecho de querer superarse implica que mejoren, a diferencia de los acomodados que si fallan ahora siempre pueden pescar en otros lados.

En la zona técnica, hacía mucho tiempo que un entrenador, y de la casa como Fran Fernández, completaba una temporada de principio a fin, esa seguridad mas el buen trabajo llevado desde el principio consigue que los resultados sean mejor de lo esperado, e incluso se superen ciertas expectativas. También esa seguridad, tanto en juego como en resultados, implicaba que el equipo apenas sufriera variaciones considerables a lo largo del año. La plantilla se mantuvo intacta en el mercado invernal.

Para la afición, después de tanto carbón cualquier cosa nos parece una alegría aunque eso no conlleve un aumento de aficionados en las gradas (quitando los regalos de última hora típicos de este club ya sea la situación buena o mala). Si bien, hemos bajado un poco la asistencia a 7.000 espectadores siendo de las mas bajas de Segunda a pesar del buen año. Es una tónica el decrecimiento ya sea por los horarios, por el día de partido o porque a la gente no le atraiga el fútbol después de tanto sinsabores.

Ahora toca un poco de números. Por puntos fuimos casi un reloj entre las dos vueltas (29-31); mucho mejor como local que como visitante, aunque eso es una "norma básica" (38-22); la regularidad fue la nota predominante con 15 ganados, 15 empatados (fue un pequeño lastre) y 12 perdidos; con el pichichi a favor, todo es más fácil en cuanto a goles (51), y respecto a los encajados (39) ha sido el mejor año uniendo Primera y Segunda.

Para concluir, se ha visto que haciendo un equipo nuevo basado en jugadores que vienen a crecer se puede crecer, claro que si se consigue estar todo el año en la mitad alta de la tabla para este curso 19-20 que empieza en tres semanas hay que pedir mas al equipo, pero tampoco hay que cegarse visto lo visto estos años atrás cuando nos vendían la burra. Como siempre digo, vamos a ganar en casa primero y después ya veremos.

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