Quien iba a decir cuando hice la entrada en la jornada 14 con la incorporación del 14 como entrenador (José María Gutiérrez) que a estas alturas de liga en lugar de hacer un comentario resumen, íbamos a estar escribiendo sobre la reanudación de la liga por el parón causado por el coronavirus.
Antes que nada, un recuerdo a todas las víctimas que han sufrido, sufren y sufrirán tamaña pandemia a lo largo de la geografía mundial.
Comienzo con el resumen de lo que llevamos de Era Guti. En las 17 jornadas del rubio entrenador ha tenido luces y sombras, si bien su inicio con dos empates entraban en la lógica. No tocó mucho respecto a los jugadores pero si algo del planteamiento táctico con una presión alta e intentando "jugar" mas ofensivamente.
A continuación llegó un tramo de buenos resultados, con onces revolucionarios que indicaban un buen camino con tres victorias y un empate. Si bien seguimos con la "costumbre" de reanimar equipos caídos en lugar de acabar con ellos. Destacar el partido contra el Mirandés donde con uno menos y perdiendo en casa se remontó. Buena señal sin dudas de como iba el equipo.
Llegamos a la Copa del Rey. El rival un tercera canario que ni sabíamos que existía. Típica eliminatoria que hay que pasar sin arriesgar y resolviéndola fácilmente. Pues nada de eso, Se empieza ganando, los canarios remontan, empatamos de chiripa para ir a la prórroga donde se completa el ridículo total con una derrota bochornosa.
Si bien la Copa se puede "desperdiciar" para aligerar calendario, pero las formas de hacerlo conllevaron que el equipo perdiera el siguiente partido contra la Ponferradina a pesar de ir ganando. Ojo que entramos en zona de baches, pero fuimos a Lugo y se hace el mejor partido de lo que va de temporada, aunque hubo un espejismo, los lucenses tuvieron ocasiones para ponernos rojos y blancos.
Seguimos con dos partidos sin pena ni gloria ganados cuasifácilmente y que valen para llegar a liderar la tabla de Segunda. Su excelencia debía estar contenta porque el objetivo del ascenso estaba mas cerca aunque queden muchas jornadas, pero hay que mirar hacia adelante.
Siendo líderes, aparece la mano negra arbitral, porque hay que recordar que por esas fechas el míster criticaba a los árbitros por algunas decisiones y eso ya sabemos como se "paga". Y también una sospechosa cama al entrenador, porque también hay que recordar que en las victorias Guti le quitaba importancia a los jugadores que destacaban (Darwin en Lugo, p.ej).
Esa mano negra llega con el partido del Elche donde el colegiado se mereció un óscar a mejor protagonista. Después un empate en Numancia (Soria para los precisos). Y vino el Rácing como último y entrenador nuevo (viejo conocido) y la historia del fútbol que se repite mas que el ajo: a entrenador nuevo, victoria segura. Derrota y ridículo, ¿estaríamos entrando en crisis?, ¿nos pesa haber llegado al primer puesto tan pronto?
El bache seguía con dos derrotas y un empate donde apenas jugábamos a nada. Parece el sino de este equipo cuando llega un entrenador, todo muy bonito pero la confianza da asco y se entra en la monotonía para dejarse llevar en los encuentros. Da la sensación que los fichajes invernales no están dando resultado, también es cierto que el Presidente de La Liga, el ínclito Javier Tebas, tampoco es que hubiera ayudado mucho a Turki y su plan de renovar la plantilla.
Menos mal que nos visitó el Deportivo en horas bajas y se llevó una buena tunda para resarcirnos de los malos resultados. Con el coronavirus encima entramos en estado de alarma sin saber si se reanudaba la liga. En el momento en el que se reinicia la Liga, cual actualización de Windows, se hará sin público en las gradas y a cinco puntos del ascenso directo.
Porque eso es lo mas importante a nivel deportivo, que la clasificación está con el Cádiz a 6 puntos y el Zaragoza a 5 puntos. Mucho trecho que caminar en poco mas de un mes para recuperar terreno pero con la incógnita de saber si nos encontraremos al Almería en un bache, con el de la esperanza de haber ganado el último partido, si los seminuevos responderán por fin en el terreno de juego o a saber que sorpresas nos llevaremos.
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